¿Crees que tu perro ayuda a que te sientas más seguro?

Tal vez el suyo sea uno de esos hogares en que un perro o varios de ellos, no son solo las mascotas de compañía, sino que realmente son los miembros más queridos de la casa.  Este es un fenómeno muy común hoy en día a nivel mundial, en donde entre todas las variedades de conformaciones familiares ahora existe la que se llama familia inter-especies, en la que caben humanos y cualquier tipo de compañía animal.

Los perros en particular, por su amplia domesticación, su inteligencia y fácil adaptación son quienes hemos dado en llamar “nuestros mejores amigos”, pues están siempre acompañándonos y brindándonos su inquebrantable fidelidad y cariño incondicional.  Hoy en día niños y adultos somos por igual inseparables beneficiarios de esta particular amistad.

Además del juego, la diversión y el espacio para el ejercicio diario, uno de los atributos más interesantes que aparecen en estas relaciones, es el aporte que ellos hacen a nuestra propia seguridad; ya sea al interior del hogar o cuando vamos juntos en un cotidiano paseo por las calles cercanas.

Cuando estamos dentro de casa un ladrido a tiempo, nos alerta de personas que se acercan a la puerta, o que pasan cerca de la ventana. Es posible que en la mayoría de casos estos avisos no tengan relación con eventos reales de riesgo; lo interesante es que cuando sí lo sean, cumplirán de manera muy efectiva con su rol de disuadir a un potencial delincuente de intentar ingresar a este espacio siendo que existe esta alarma viva, con 24 horas de enérgica disposición.

En la calle su aporte a nuestra seguridad opera de manera similar. En primera instancia, quien va caminando con un perro por la calle, y más si es de raza grande, tiene menos probabilidad de ser atacado por un delincuente.  En el estudio que quien delinque hace, eligiendo a su próxima víctima, es muy probable que descarte a quien viene con un canino que tal vez sea capaz de morder o hacer tanto ruido que alerte a las demás personas de la situación. 

En comparación a los humanos, ellos tienen mucho más desarrollado los sentidos de la vista, el oído y el olfato, con los que podrían percibir estímulos, de los que nosotros no nos percataríamos. También es un hecho que muchos de estos peludos amigos son capaces de sentir la “energía” o la “intención” de una persona que se acerca.  En el caso del delincuente, seguramente el perro será capaz de percibir algo del miedo o tensión que esta persona lleva consigo, y lo traducirá en un fuerte ladrido o algún otro signo de incomodidad.

Para nosotros como sus familiares humanos, es de suma importancia saber identificar su lenguaje corporal que al final es la manera en que nos comunican aquello que están percibiendo de cada situación.  Algunos de los mensajes típicos que nos comparten con movimientos o sonidos son:

• Alerta: su cola y orejas estarán hacia arriba.
• Agresivo: muestra sus dientes, gruñe, ladra, se le eriza el pelo del lomo y su cuerpo se pone tenso.
• Amistoso: bate su cola de lado a lado.
• Intimidado: agacha su cabeza y cola. 
• Tranquilo: se sienta o acuesta cerca a usted.
• Enfermo: falta de ánimo y de apetito. 

Hablando de seguridad, aunque ellos de verdad son un apoyo importante en mantener la nuestra, también es cierto que somos responsables de todo aquello que implique su relación con otras personas y otros animales.   Si pelean y muerden a otros perros, o a personas, o si rompen algo a su paso, definitivamente es nuestra responsabilidad resarcir los daños y tomar medidas para que no vuelvan a ocurrir.  Estas son tensas situaciones que pueden ser muy complejas y difíciles de resolver. 

Las autoridades han determinado que ciertos perros representan un riesgo mayor para la vida en comunidad. En Colombia, esta reglamentado por el código de policía que los ejemplares de las siguientes razas deben estar siempre con bozal y correa o trailla:  American Staffordshire Terrier, Bullmastiff, Dóberman, Dogo Argentino, Dogo de Burdeos, Fila Brasileiro, Mastín Napolitano, Bull Terrier, Pit Bull Terrier, American Pit Bull Terrier, de presa canario, Rottweiler, Staffordshire Terrier, Tosa Japonés y los cruces que pudieran salir de cualquiera de ellas.

No solo en estas razas, sino realmente en todas, aplican normas mínimas de convivencia con los demás miembros de la sociedad: 

• Paséelo con collar o pechera.
• Mantenga al día sus esquemas de vacunación.
• Lleve siempre una bolsa para recoger los desechos.
• No deje que haga sus necesidades en las zonas comunes.
• Bote los desechos en canecas habilitadas para este fin. 

Más allá de la felicidad que nos puede brindar tener un perro en casa, es responsabilidad nuestra velar por su seguridad y también que ellos no afecten o incomoden nunca a los vecinos o personas cercanas. Lo invitamos a compartir este contenido con sus amigos y familiares.