¿La inseguridad es una sensación o es una realidad?

Inseguridad

A nivel global, la inseguridad es una sensación con la que muchos ciudadanos se han sentido identificados. El Índice de la Paz (Global Peace Index o GPI, por sus siglas en inglés) nos muestra los indicadores que evidencian cuáles son los países en donde sus ciudadanos se sienten más seguros, y a su vez, cuáles se sienten más inseguros.

En el informe del 2018 realizado por el grupo de expertos del Institute for Economics and Peace (IEP), evalúa a 163 países según su grado de conflictividad teniendo en cuenta tres parámetros:

• El nivel de seguridad de sus sociedades.
• La capacidad de extensión de los conflictos que le amenazan.
  
• La cuota de militarización de los ejércitos de cada país.
  

Después estas categorías se dividen en 23 indicadores cuantitativos y cualitativos que nos presentan al final un dato numérico de cada país.

Como primera observación no sorprende que Islandia, Nueva Zelanda, Austria, Portugal y Dinamarca ocupen los primeros puestos, ya que en sus centros penitenciarios ha bajado el flujo de residentes en los últimos años.

Por otra parte, el Oriente Medio es una de las regiones que más deterioro sufre, ya que entre los últimos puestos se ubican países como Siria, Afganistán e Irak.

En cuanto a Colombia, las cifras indican que nuestro país no se sumó al aumento de posición en la lista de los demás países latinoamericanos que redujeron su índice de inseguridad.

Aunque las cifras de los delitos como la extorsión, el secuestro y el asesinato han mejorado en Colombia, ya que según datos de la Fiscalía y el Ministerio de Defensa estos crímenes han bajado cerca del 10% a comparación de años anteriores; la criminalidad sigue presentándose principalmente en delitos como el robo.

En el 2017 se capturaron 245.528 delincuentes entre investigaciones y delitos flagrantes, pero aun con elementos probatorios la justicia penal envió a la cárcel a solo 10.000 personas, esa cifra no equivale ni al 5% de los judicializados según la Policía.

Esto plantea un escenario de impunidad donde gran parte los delincuentes son reincidentes. De los 245.528 capturados, 91.423 ya habían sido arrestados entre 2 y 9 veces y otros 1.710 capturados por la Policía entre 10 y 40 veces, según datos de esa institución.

Esto tiene una relación directa con la percepción de inseguridad que transmite la ciudadanía.

Guillermo Toro, Secretario del Interior del departamento del Atlántico, afirma que el problema radica en la imposibilidad del sistema penal para procesar y sancionar a quienes infringen la ley, así que el delincuente reincide porque tiene la certeza de que la posibilidad de ser sancionado es realmente baja ya que la legislación es garantista por las modificaciones realizadas al Código Penal y al Código Penitenciario, que surgieron debido a la grave situación de hacinamiento en las cárceles.

Otra opción legislativa es la de aplicar penas sustantivas que no impliquen una privación de la libertad ya sea carcelaria o domiciliaria, ya que en el 2015 la Fiscalía y el Ministerio de Justicia promovieron ante el Congreso una ley que buscaba descongestionar las cárceles, por lo que el implicado debía quedar en libertad si después de 12 meses no se evidenciaba un avance en su juicio. Las consecuencias de estas decisiones se ven día a día en las diferentes ciudades del país.

Para la muestra un botón

La capital colombiana evidencia un déficit estructural, así lo reconoció el exministro de Justicia Enrique Gil en una entrevista a Caracol “No nos llamemos al engaño: tenemos una política criminal desastrosa y por eso este ministerio citó el año pasado al Consejo de Política Criminal, donde intervienen todos los entes, para buscar una solución a la crisis”.

Entre la alternativas para solucionar la crisis surgió la de la administración del alcalde Peñalosa, quien triplicó la inversión en seguridad (de 177.000 millones en 2015 a 540.000 para 2018) ya que mientras varias ciudades del país tienen 400 o 500 policías por cada 100.000 habitantes, Bogotá no llega a 240, por lo que no cumple la demanda que la ciudad reclama.

Por el momento, mientras se siguen haciendo propuestas desde los diferentes sectores políticos, la sociedad colombiana sigue sintiendo que la presencia del Estado podría mejorar y que eso impactaría radicalmente en la percepción de seguridad del país.

Las empresas de seguridad Privada hacen un gran aporte a la imagen de seguridad de nuestras ciudades y municipios, gracias a su imponente presencia de personal, de alrededor 250.000 miembros a lo largo y ancho del país.

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