El guarda de seguridad suele ser la persona con mayor notoriedad en los conjuntos residenciales y empresas. Todos lo conocen a él, bien sea porque está justo en la entrada, bien sea porque es la primera persona a quien se acude para realizar una solicitud. Es común ver rostros de asombro cuando las personas se enteran de que un guarda que llevaba cierto tiempo fue remplazado. Claro, la confianza y el vínculo que se construye en torno a esa figura amable y servicial es tan fuerte que dejar de verlo simplemente puede conmover las emociones.
Sin embargo, esta situación puede ser más frecuente de lo que parece. Quienes ejercen el rol de la vigilancia deben ser personas responsables, comprometidas y con un don de servicio excepcional para atender los distintos requerimientos de una comunidad. Quienes carecen de estas virtudes suelen encontrar tropiezos con sus compañeros de trabajo y en general con las personas. ¿Quieres conservar tu trabajo como guarda y crecer profesionalmente en el sector? Sigue estas recomendaciones.
La gran mayoría de empresas y conjuntos residenciales son rigurosas con el equipo de seguridad. No es para menos, de su buen funcionamiento depende que los miembros de una comunidad y sus activos estén seguros.
Entonces, ¿de quién depende que mantengas tu empleo? ¡De ti! Eres la única persona responsable de tu estabilidad laboral. En este sector, es común que escuches a varias personas decir que fueron removidas de un cargo porque “no había química o conexión con el jefe” o “que solo los que tienen alguna influencia son los que permanecen”, pero debes saber que esto no es cierto. Si eres responsable en tu labor, conseguirás algo que más que simplemente preservar tu empleo.
Ahora que estás leyendo este artículo, pregúntate cómo eres en el trabajo. Trata de hacer una evaluación e identifica tus fortalezas y puntos por mejorar. Enfócate, eso sí, en las debilidades y adopta cambios de forma inmediata.
Conozca información relevante para mejorar su seguridad.