Por: Equipo de redacción


La gestión del riesgo en el sector público se ha convertido en una prioridad nacional. Más allá de que es exigida por la normativa vigente, representa un pilar fundamental para garantizar la continuidad operativa de entidades clave del Estado. Las amenazas externas —como actos vandálicos, robos, sabotajes o desastres naturales— pueden comprometer la prestación de servicios esenciales a la ciudadanía si no se identifican, previenen y gestionan de forma oportuna.
En este contexto, las instalaciones gubernamentales necesitan contar con planes robustos de prevención, atención y recuperación frente a eventos adversos. Desde el diseño físico de los espacios hasta el monitoreo en tiempo real, pasando por la acción de los guardas de seguridad y la implementación de tecnología, cada elemento debe estar alineado con un plan integral de protección institucional.
En primer lugar, porque las entidades públicas manejan recursos, información y procesos críticos para el funcionamiento del país. Sin importar si se trata de ministerios, juzgados, alcaldías, hospitales o centros educativos, cada infraestructura estatal representa un punto de vulnerabilidad si no se protege adecuadamente.
Además, la gestión del riesgo en el sector público fortalece la gobernabilidad, transmite confianza a la ciudadanía y evita interrupciones costosas en la prestación de servicios. Implementar protocolos efectivos no solo reduce pérdidas humanas o materiales, también incrementa la eficiencia operativa y la capacidad de respuesta ante emergencias.
El marco normativo colombiano, liderado por la Ley 1523 de 2012 y reforzado por guías como el "Manual de implementación del sistema de gestión del riesgo" para entidades del orden nacional, tiene como propósito establecer un sistema unificado, articulado y eficaz para el manejo de riesgos.
Estas normativas buscan que cada entidad pública:
En este proceso, el papel de una empresa de seguridad capacitada y confiable es esencial para cumplir con los requerimientos físicos y operativos de control de accesos, vigilancia activa y monitoreo de incidentes.
Antes de aplicar acciones concretas, es importante entender algunos conceptos clave que estructuran una buena gestión del riesgo en el entorno institucional:
Las mejores prácticas en gestión del riesgo para instalaciones del sector público no se improvisan. Deben ser diseñadas con base en el contexto particular de cada entidad y ejecutadas de manera sistemática y profesional. A continuación, algunas acciones recomendadas:
En Seguridad Superior , comprendemos a fondo los retos que enfrentan las entidades públicas para cumplir con las exigencias de protección, normativas y operativas. Nuestra trayectoria de más de 40 años como una de las principales empresas de seguridad privada del país nos permite ofrecer soluciones ajustadas a las necesidades reales de cada institución.
Proveemos servicios de seguridad y vigilancia con personal entrenado para entornos de alta criticidad, implementamos estrategias de control de accesos, sistemas de monitoreo centralizado y acompañamos a las entidades en el diseño e implementación de sus planes de seguridad.
Cuando se trata de proteger bienes públicos, garantizar la continuidad institucional y velar por la seguridad de miles de funcionarios y ciudadanos, no se puede improvisar. Se necesita la experiencia, preparación y compromiso que tenemos en Seguridad Superior.
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